Montse, Toni y Oriol somos nacidos en Cornellà de Llobregat y decidimos venir a vivir en el Berguedà después de estar más de diez años pasando los fines de semana y festivos en el Molino de Vilella de Gisclareny.
Asimismo quisimos abrir la casa a los clientes para compartir con más gente el canto de los pájaros en primavera, el olor a pino rojo del verano, los bosques dorados del otoño y las increíbles puestas de sol de invierno.
Fue en 2004 cuando abrimos la Casa Rural Rústic Vilella tras rehabilitar las ruinas de la antigua casa de Cal Pere Vilella.
Quisimos dar a la casa aberturas bien grandes para poder disfrutar de la luz natural y las espléndidas vistas que nos ofrece la localización.
Como nos apasionan los caballos queremos compartir también nuestra estima hacia ellos y por eso los encontrareis alrededor de la casa para poder observar su nobleza al caminar, montar en una excursión o sencillamente acariciar su pelo suave.
Deseamos que cuando os alojéis en nuestra casa os sintáis como si estuvieseis en vuestra casa, sereis bienvenidos!